Erase una vez, en el bonito Mar del Pacífico, había una isla
llamada: Las Sirenitas, era una isla pequeña pero muy bonita, tenía todo lo que
se necesita, palmeras, cocoteros y flores de todos los colores y tamaños un rio y toda clase de Plantas olorosas; también vivían en la isla muchas
sirenitas (mitad mujer y mitad pez.)
Estaban todas
tomando el sol, y de pronto oyen un ruido fuerte que se va acercando, era un
barco muy grande con muchos hombres, y una campana que suena tam-tam tam-tam, se miran entre si y ven ante ellas
el barco más grande del mundo; y en él al capitán que el pobre medía dos
metros.
Venimos de muy
lejos, quisiéramos pasar unos días en la isla para descansar, ¡ha! Perdonen
ustedes me llamo capitán Tom-Tom “tenía
cara de Tonto”. La sirenita dijo, bueno si se portan bien, pueden quedárse . Llega
la noche y los marineros se duermen borrachos
del ron que habían bebido, pero antes echan las redes para pescar.
Las sirenitas se meten debajo de la isla, esta es una
maravilla pues está guardada con caballitos de mar muy grandes, cuello largo y
unas plumas rosadas que vuelan al viento como ángeles.
Hay toda clase de
peces con bonitos colores y flores
preciosas que se mecen con la marea del mar, perfumando todo lo que hay
alrededor.
Al amanecer y salir el sol, las sirenitas cortan las redes y
el barco se va a la deriva, lo peor, es que aún estarán dando vueltas por el
Océano Pacífico pensando en lo que les habría pasado.
FIN
Firmado Ana Mª de Santos
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